La Licencia Social para Operar (SLO) se ha convertido en una parte establecida del léxico de desarrollo de recursos naturales en América del Norte y del Sur, así como en Australia. En Europa, el concepto de SLO en relación con la minería aún está en maduración y aceptación temprana posiblemente debido a la cosmovisión muy diferente que existe en Europa. La "condición" europea puede caracterizarse por un mayor grado de confianza en los órganos de gobierno y el papel que desempeñan a la hora de dar prioridad a los mejores intereses de los ciudadanos a los que sirven. El 'modelo Scalar SLO' está inspirado en la concepción original de Thomson y Boutilier y se desarrolló durante el proyecto H2020 MIREU para describir el SLO en Europa; sin embargo, su lógica se puede aplicar a cualquier otra jurisdicción a nivel mundial. Lo que distingue al modelo SLO escalar de otras contribuciones a la literatura es doble. En primer lugar, la división entre los impulsores comunitarios y sociales del SLO refuerza la noción de que la naturaleza del SLO dentro de la dimensión comunitaria puede manifestarse de manera diferente que, dentro de la dimensión social más amplia, donde los valores pueden no ser los mismos. La segunda contribución distintiva introduce los atributos de pérdida del SLO representados por relaciones conflictivas en ambas dimensiones.
Solo se necesita una mirada a la literatura SLO desde una perspectiva geográfica para comprender la brecha empírica que existe en Europa. Las razones de esto son, sin duda, numerosas y las posibles explicaciones van desde el disgusto europeo por adoptar 'soluciones desde el extranjero', hasta la aparición más lenta del SLO como término y concepto, pasando por que la minería sea simplemente una pequeña parte del Producto Interno Bruto europeo (PIB) y hay poca conciencia pública sobre la minería como proceso o producto. En la literatura académica, los artículos atribuyen el surgimiento más lento del SLO como término y concepto a la creencia de que la legislación y la regulación son las mejores prácticas, y en combinación con los protocolos estabilizados de compañías mineras establecidas desde hace mucho tiempo, simplemente había menos necesidad de SLO (Koivurova et al., 2015; Poelzer et al., 2020). Esto reafirma la afirmación de Lyra (2014) de que, en Finlandia, debido a que había un alto nivel de confianza de las partes interesadas en el proceso de concesión de licencias legales, junto con la creencia colectiva de su capacidad para influir en la industria, había poca demanda del SLO. Dejando a un lado las razones, llevar a Europa al debate más amplio de SLO es importante para comprender cómo funciona el SLO cuando hay instituciones y marcos de gobernanza sólidos, una sociedad educada y generalmente rica, pero también con una gran heterogeneidad cultural. Para la propia Europa, entrar en el debate es crucial en esta coyuntura porque simultáneamente existe una preocupación por la dependencia de las importaciones de materias primas, el deseo de reiniciar la minería y las tensiones emergentes tanto a nivel de proyectos como en toda la sociedad. Debe enfatizarse que el modelo propuesto no postula que el SLO, como se entiende en la literatura y los modelos existentes, opera de manera diferente en Europa que en otras partes del mundo. Por el contrario, superponer los impulsores de Moffat y Zhang al modelo de Thomson y Boutilier (2011) describe bien la situación europea de la dimensión comunitaria. Los impulsores del SLO y los criterios normativos son muy similares en el contexto europeo. Sin embargo, esto no explica el panorama completo de Europa. Para ello, es necesario introducir la dimensión social, al igual que los impulsores de la perdida de SLO.
La UE es única en términos de gobernanza, valores compartidos y una identidad común, todo lo cual se traduce en una visión del mundo claramente europea. Esta cosmovisión influye en cómo se interpreta el SLO y se está introduciendo en el debate actual de SLO a través de la incorporación de la comunidad y las dimensiones sociales del SLO, así como la identificación de los impulsores de la pérdida del SLO. Con base en este conocimiento, el modelo conceptual busca ilustrar qué es el SLO en el contexto europeo, pero aún no ha sido probado y ahora necesita ser validado. Aún quedan muchas preguntas pendientes, quizás la más importante de las cuales tiene que ver con la relación entre la comunidad y las dimensiones sociales y cómo los diferentes niveles del SLO pueden ayudar a explicar las dificultades que Europa está experimentando actualmente en torno a posibles nuevos proyectos mineros.
Análisis
Es relevante tomar y observar la maduración y cosmovisión del viejo continente para el desarrollo de SLO, lo que se debería de cambiar aquí, y elaborar una forma de cuantificar los parámetros sociales y económicos que debería considera una SLO en Chile para sus mineras. De esta mane se puede estar cerca de producciones sostenibles. Para esto el rol del gobierno es imperante como organismo regular y generador de instancias para desarrollar, elaborar y aplicar las SLO. De esta manera el interés y participación de comunidad se volverán un gran aliado del objetivo de instaurar SLO en Chile. Para esto ser posible las partes involucradas deberán mostrar interés al momento de la evaluación de proyectos o las entidades encargadas de aprobar estos, ambos deberán considerar la SLO en etapas iniciales, intermedias y futuras. Existe la necesidad de hacer visible otras SLO para dar a conocer otros formatos con objetivo de abrir debates y generar discusión respecto al tema. Utilizar modelos extranjeros para adecuación a chile sería un primer paso y calibrar dicho modelo hasta que aplique de forma adecuada.
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